Villagrán fue la bodega pionera en producir los primeros vinos tintos de Andalucía. Fue en los años 70 cuando Joaquín Villagrán estudió los terrenos y las condiciones ambientales de la finca de su mujer, cerca de la Hoya de Baza, junto a los Parques Naturales de la Sierra de Castril y la Sierra de Cazorla.
En estos parajes fue donde descubrió que dicha finca era idónea para la plantación de variedades de uva tinta de calidad. La tierra de la bodega se encuentra en una meseta formada por los cauces de los ríos Guadalentín y Castril, una tierra caliza que permite la conservación de la humedad en una zona donde apenas llueve.
El primer vino salió al mercado en los años 80 con gran aceptación, tras el fallecimiento de Joaquín Villagrán sus hijos, Juan José y Borja, son los encargados de la empresa familiar. A partir de aquí se modernizó el viñedo y la bodega, sin perder la esmerada elaboración y la gran calidad que caracteriza sus vinos.
Villagrán vendimia a mano para evitar que el grano se rompa y ya una vez en la bodega se realiza una cuidada selección antes del despalillado. El proceso de fermentación se efectúa con levaduras naturales y la temperatura oscila entre los 20 y 30 grados. La fermentación maloláctica se efectúa en depósitos de acero inoxidable, en los que los vinos descansan al menos durante 2 años antes de ser embotellados.
Cuentan con una baja producción de uva por planta, pero con una calidad excepcional. Las uvas de la Bodega Villagrán son tempranillo, merlot y cabernet sauvignon. El clima que afecta a esta zona, conocida como 'Zona Altiplano del Llano', es el clima continental, donde además se pueden encontrar otro tipo de cultivos como almendros, cereales y olivares.
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