Nos encontramos e una explotación de pequeño tamaño y de carácter familiar. El origen se remonta a varias generaciones atrás.
En el mismo edificio en el que ahora se localiza Bodegas Aurea Lux, comezó a elaborar vinos a finales de los años 20 del siglo pasado, Antonio García Soto. En los años 60, su hijo, Manuel García Carrasco, continuó la tradición y en aquel momento se produjeron los primeros vinos embotellados y etiquetados.
En la década de los noventa se inicia una nueva fase, con la tercera generación familiar en que se acomete una honda transformación de la explotación: se vuelven a plantar los viñedos con variedades autóctonas, se reforma la bodega para adecuarla a las nuevas tecnologías, se elaboran los vinos de gama alta y se invierte en marketing y comercialización.
Aparece primero la marca Aurea Lux tanto para blancos como para tintos, y, posteriormente, en el año 2000, la marca Leive.
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