La bodega El Maestro Sierra atesora, más de 180 años después de su creación, el mismo carácter tradicional y artesanal y se mantiene en manos de la misma familia que le dio vida y que desde entonces envejece, embotella y comercializa vinos de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry.
De hecho, continúa ubicada en el casco de bodega –construcción típica jerezana – en el que abrió sus puertas en el centro histórico hace casi dos siglos. Por eso, muchos de los elementos se mantienen prácticamente intactos, desde el suelo de albero en el que asientan las andanas donde el sosiego y la calma ven envejecer el vino; hasta algunas de las botas, que conservan vinos datados en 1860.
El paso del tiempo y su máxima de producir calidad frente a cantidad han convertido a los caldos de El Maestro Sierra en pequeñas obras de arte, vinos de extrema vejez y calidad, VORS, apreciados por los paladares más exquisitos.
La dulzura y habilidad en las labores de trasiego, que todavía se realizan a mano, la humedad justa que conservan las paredes de la bodega y la tierra de albero sobre la que se asientan sus soleras y sobre todo la calma con la que se mima la crianza de los vinos convierten cada bota que envejece en El Maestro Sierra en un útero de madera único y excepcional, del que nacerán vinos igualmente extraordinarios, personales e inigualables, reconocidos en todo el mundo.
La bodega El Maestro Sierra cuenta, además, con la figura excepcional de su propietaria: Doña Pilar Plá Pechovierto, que la dirige desde 1976. Tras enviudar de su esposo, Don Antonio Borrego Casal, y con una fortaleza de espíritu encomiable, supo ponerse al frente de un negocio hasta entonces desconocido para ella y elevarlo a la categoría de lo que es en la actualidad: una bodega de prestigio universal, galardonada en 2011 como una de las 100 Bodegas más importantes del mundo por la prestigiosa "Wine & Spirits".
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