Castell d´Encus tiene su origen en una búsqueda personal de Raúl Bobet para encontrar unos terrenos en los Pirineos catalanes donde el impacto del cambio climático fuera menos acusado.
La elevación de la finca (llega a los 1000 metros en algunas zonas), en una zona con buena exposición solar y rodeada de una importante masa forestal, junto con la parte histórica de la finca que cuenta con una ermita y antiguos lagares de fermentación esculpidos en la piedra por los monjes hospitalarios, hacen del lugar un sitio privilegiado y mágico.
Los lagares funcionan por gravedad y después de unas pruebas iniciales se están reutilizando para fermentar casi la totalidad de los vinos de Castell d´Encus.
Cuentan con cinco rocas diferentes con capacidades de entre 2 y 8 toneladas, que se usan dependiendo de la variedad y cantidad de uva a fermentar.
De las 95 hectáreas que poseen en propiedad, 23 han sido plantadas en alta densidad con variedades como: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Pinot Noir, Syrah, Petit Verdot, Sauvignon Blanc, Riesling, Semillon y Albariño. El resto se ha mantenido como bosque.
En Castell d´Encus no utilizan ningún tipo de herbicida, insecticida o fungicida a excepción de los permitidos en la agricultura ecológica. La vendimia se realiza de forma manual en pequeñas cajas de 10 kilos con uvas que proceden exclusivamente de la finca.
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